Llega la Navidad y con ella las celebraciones familiares y con amigos. Esta época del año es propicia para relajar la vigilancia de nuestros hábitos saludables y dejarse llevar por los excesos. Las numerosas y abundantes comidas y cenas suelen provocar en nuestro organismo efectos indeseados, que sumado a la ingesta de grandes cantidades de alcohol, el resultado puede ser aún peor.
La gran cantidad de calorías y copas de bebidas alcoholicas que introducimos en nuestro organismo tienen efectos perniciosos tanto a corto como a largo plazo. En primer lugar, el hígado tiene que realizar un sobre-esfuerzo para procesar todo lo ingerido. El alcohol produce una degeneración del tejido de éste órgano que, aunque posteriormente es regenerado, no vuelve a tener la misma eficacia. Igual de perjudicial puede ser el alcohol en el páncreas. Éste órgano es el encargado de producir los elementos necesarios para la absorción de los nutrientes, y un exceso de alcohol puede provocar una reacción autoinmune conocida como pancreatitis.
Sobre todo entre los más jóvenes, es habitual que la Nochebuena y la Nochevieja se conviertan en la excusa perfecta para beber más de la cuenta. El coma etílico es una sobredosis de alcohol. Las personas que no están habituadas a beber, aquellos que lo hagan de forma rápida, y los que no tengan algún tipo de alimento en el estómago, presentan una mayor predisposición a sufrirlo. Las consecuencias pueden ser tan graves como daños cerebrales o el fallecimiento.
Para disfrutar de las fiestas navideñas no hace falta emborracharse. Lo importante es compartirlas en la mejor compañía y sin perder nuestros hábitos saludables.
Y muchas felicidades de todo el equipo de CT Grupo 4 Madrid, centro de tratamiento, rehabilitación y desintoxicación del alcoholismo!